martes, 7 de febrero de 2012

Farmacia y hospital

El sábado me invitaron a inaugurar unas jornadas sobre Farmacoterapia en Reumatología, lo cual me sigue pareciendo curioso (no las jornadas, sino que yo lo inaugure) porque no me acabo de ver yo en esos actos protocolarios; quizás debería decir eso típico de que "me concedieron el honor de inaugurar", pero como uno es más simple, lo único que puedo decir es que Luis Carlos (presidente de SEAFE y alma máter del estupendo blog de imaginefarma) me llamó, me lo propuso y me encantó la idea y la oportunidad de reunirme con este grupo de farmacéuticos. No quiero hacer la rosca a nadie, pero reconozco que cuanto más trato con ellos mejor me caen, no lo puedo negar. Tenemos suerte en Extremadura de contar con esta gente, sin personalizar en nadie, porque supongo que habrá de todo como en botica (nunca mejor dicho).
Y en esta jornada además de aprender y enterarme de cosas interesantes (y reconozco que sólo pude quedarme hasta la mitad) me di cuenta de que esto cambia más deprisa de lo que pensamos, que los tratamientos tal y como los entendemos hasta ahora van a dejar de existir y pasaremos a tratamientos más complejos, más efectivos y a la vez con un coste muy superior. Lo cual es lógico, creo que la prioridad de un medicamento es curar o mejorar la salud y si se produce eso, habrá que pagarlo; otro tema es cuánto haya que pagar y cómo se paga, pero si funciona y es útil hay que tenerlo a disposición del paciente.
Pienso que todos estos cambios tendrán que acompañarse de una nueva forma de actuar, del establecimiento de protocolos claros, concretos, precisos y sobre todo de "obligado cumplimiento", para que el medicamento llegue al paciente al que tiene que llegar y no al que no le va a hacer efecto, porque un paciente para el que no está indicado el tratamiento supone una pérdida de recursos, de tiempo y de salud que no nos podemos permitir. Y es muy importante dejar de vender falsas esperanzas, dejar de dar una información en el servicio de farmacia y otra más "adornada" en la consulta del especialista, cuidar un poco lo que se publica en los medios para no generar falsas expectativas... y sobre todo que mis compañeros del hospital sigan realizando el trabajo que hacen con estos fármacos, con el apoyo que les podamos dar los demás (y sé que es escaso, pero es que muchas veces no se puede llegar a más).
Quiero aprovechar este blog para agradecer la invitación que me hicieron y para felicitarles por el contenido de las jornadas, espero que sirvan de punto de inflexión para trabajar de la forma más racional y eficiente con este grupo de medicamentos.
Como últimamente me ha dado por escribir más que antes, no me da tiempo a terminar un libro entre un post y el siguiente, así que os puedo decir que el que estoy leyendo me gusta, aunque sólo llevo una cuarta parte del mismo. Es muy conocido y seguro que os suena 1Q84, de Haruki Murakami al que descubrí hace tiempo gracias a mi hermano, un gran lector y que tiene a este autor entre sus favoritos.

viernes, 3 de febrero de 2012

Asustando un poco se vende más

Leed el titular de esta noticia: "La hipercolesterolemia, un factor de riesgo cardiovascular infravalorado que afecta a casi la mitad de la población adulta española".
Ahí queda eso, casi la mitad de la población española tiene un factor de riesgo cardiovascular y lo que es muy importante infravalorado, es decir, que a partir de ahora tendremos que empezar a valorarlo como se merece. 
Otra de las frases destacadas es la que dice: "debemos intensificar el tratamiento para conseguir los objetivos de control".
Pero no nos asustemos, porque el mismo artículo podemos leer que en los últimos años "se han comercializado nuevos tratamientos encaminados a mejorar el manejo de este factor de riesgo". Lo cual es cierto, especialmente en la parte correspondiente a la comercialización, lo de la mejora del factor de riesgo en algunos casos es más discutible y el precio que hay que pagar por esa posible mejora es mucho más discutible aún.
Si entramos un poco más al detalle, sin profundizar mucho, vemos que para que la cosa tenga unos valores más contundentes nos compara datos de 2006 con datos de 2011, pero qué casualidad, en 2006 considera que el límite inferior de colesterol total es 200 mg/dl y de repente para medir datos en 2011 ya consideramos que es excesivo estar por encima de 190 mg/dl. Hay que reconocer que es la mejor manera de aumentar el número de personas con factor de riesgo, simplemente bajas el nivel y así "cuelas" dentro a otros cuantos milloncitos de pacientes. Es lo mismo que si nos dicen que en lugar de ser pensionista a los 65 años (por ahora) se pasa a serlo a los 60... de un plumazo hemos metido a unos cuantos millones de personas en la lista de pensionistas.
Y para terminar, ¿quién ha patrocinado este estudio?, pues curiosamente el laboratorio que acaba de comercializar el último medicamento (uno de ésos nuevos tratamientos encaminados a...) y es bueno que metamos un poquito de miedo a la población para que usemos más estos fármacos.
Y sinceramente, ojalá evitemos problemas cardiovasculares, ojalá aparezca un medicamento que en lugar de decirnos: "disminuye el riesgo" nos diga "disminuye el número de infartos", pero que sea de verdad, con unos datos medibles y concretos, sin riesgos relativos y objetivos intermedios.
Y ya que hablamos de información que asusta, vamos a utilizar como antídoto un libro que nos hace entender mejor la economía que nos rodea; es un libro sencillo de leer y que te abre un poquito los ojos, para mí es un complemento estupendo de otro que leí hace poco (El hombre anumérico), me refiero al libro "El economista camuflado", me ha gustado y os lo recomiendo.