
Pero esto parece sólo una alerta más, ya que si buscamos la revisión que hacen en Cadime sobre la seguridad de los bifosfonatos podemos leer: "Entre los efectos adversos más importantes cabe destacar: osteonecrosis de los maxilares; fracturas atípicas; dolor músculo-esquelético; y, fibrilación auricular. Adicionalmente, los bifosfonatos también pueden inducir trastornos inflamatorios oculares: conjuntivitis, episcleritis y uveitis. Este hecho pone de manifiesto que algunos efectos secundarios sólo son identificados tras años de uso crónico en una amplia población."
Aunque yo recomiendo encarecidamente la lectura de la completa revisión que hacen en el BIT de Navarra sobre su seguridad con el estimulante título "Problemas óseos asociados al uso de bisfosfonatos: ¿evitan o producen fracturas?" o incluso esta otra también de Navarra en la que revisa los "beneficiosos" resultados de dos metaanálisis de Ibandronato.
En fin, no sé si todo esto da una cierta sensación rara, pero lo cierto es que sería estupendo tener un fármaco que redujese de forma clara, real y medible las fracturas de cadera y si además no da problemas, pues estupendo.