miércoles, 29 de diciembre de 2010

Desalmados

Hoy he leído una carta que escribe un médico quejándose de determinadas medidas que hemos tomado para favorecer la prescripción por principio activo, medidas que he contado aquí y que no merece la pena repasar a estas alturas, pues los cuatro que habéis leído esto más o menos sabéis lo que es.
El caso es que entre diversas lindezas de la carta hay una frase (hay varias, pero ésta tiene su miga) que me ha sorprendido especialmente en la que califica a las compañías farmacéuticas y a los gestores (entre los cuales creo que me toca estar) de desalmados. Reconozco que es un puntazo, porque en mi vida me han llamado muchas cosas, tanto en lo personal como en lo profesional (como a todos, a ver si vais a pensar que yo soy peor que la media), pero desalmado no me lo habían dicho nunca.
Y puestos a investigar he buscado en el diccionario de la RAE y las tres definiciones que da son las siguientes:
1 Falto de conciencia, 2 cruel, inhumano, 3 privado o falto de espíritu. (creo que la 3 la eliminamos porque se refiere a temas trascendentales y no es el caso).
La cuestión es que no sé si no tenemos conciencia o somos crueles e inhumanos (a saber qué es peor). Lo curioso es que las medidas que hemos tomado en el Servicio Extremeño de Salud se deben precisamente a que nuestra conciencia (que a lo mejor resulta que sí tenemos) nos dice que el dinero de todos los extremeños debe emplearse de la manera más eficiente posible y que si dos medicamentos son bioequivalentes (y por lo tanto su eficacia clínica esperable es la misma) deberíamos favorecer que se prescriba el de menor coste, porque lo pagamos todos. Por lo tanto, respeto las demás opiniones, pero en mi opinión sí que tenemos conciencia (y la mía particularmente está bastante tranquila). Es más, me parece que más intranquila la deberían tener los que defienden intereses particulares que los que defendemos los recursos de todos. Y digo "defendemos", aunque no siempre se consigan los objetivos y mucho menos llueva a gusto de cada uno.
Y la otra parte es la de cruel e inhumano, que acojona un poco (suena mal, pero es que es así). Cuando pienso en alguien cruel o inhumano se me ocurre que sería alguien que estuviera pensando en machacar a los pacientes y haciéndoles sufrir innecesariamente;  sinceramente, no me lo imagino... los gestores lo harán (o lo haremos) mejor o peor, acertaremos o nos equivocaremos, pero siempre pensando en el paciente y sabiendo que los recursos son limitados y hay un concepto que se llama "coste-oportunidad" del que hablaremos en otra ocasión si se tercia.

Hoy os recomiendo un libro que leí hace tiempo y que es diferente, no sé si influyó que estaba muy lejos de mi gente y de mi tierra o que realmente te toca la fibra.

domingo, 12 de diciembre de 2010

A vueltas con la prescripción por principio activo

Actualmente es lógico hablar de la “situación especial” en la que nos encontramos, cualquiera que haya leído un poco la prensa últimamente sabe que han intervenido a Irlanda, que Portugal está llamando a las puertas de una intervención y que España está paseando por esa calle sin que nadie tenga claro si terminará entrando por esa puerta o conseguirá pasar de largo. Pero todo eso es macroeconomía, cosas que nos afectan o nos afectarán, pero sobre las que no podemos hacer mucho, ya que las decisiones no son nuestras. Lo que sí preocupa es el día a día, la bajada de sueldo que hemos tenido, la incertidumbre respecto al mantenimiento de la sanidad tal y como la conocemos, las dudas sobre si será posible mantener una cartera de servicios como la actual o habrá que recortar prestaciones… Eso es lo que respiramos día a día, lo que nos pilla cerca.
Los responsables de la gestión, tampoco podemos quedarnos tranquilamente observando lo que pasa, tenemos que aplicar medidas a todos los niveles para facilitar a todos los actores de la película sanitaria la posibilidad de hacer un uso más eficiente de los recursos del sistema. Negociamos acuerdos con laboratorios para mejorar los precios en hospitales,  ponemos herramientas en el módulo de prescripción para facilitar la prescripción por principio activo, para evitar errores en las posologías, recalcular la fecha de dispensación en función del momento en el que el paciente retira el medicamento de la farmacia. 
Ahora hemos intentado dar un paso más allá, porque sinceramente pensamos que el sistema no puede pagar el doble por un medicamento que es exactamente igual que otro, es inviable en la situación en la que nos encontramos. Hay determinados medicamentos que por su posición de dominancia en el mercado tienen una situación de privilegio y son los más prescritos, pese a que con la pérdida de patente han aparecido nuevos genéricos con un precio que es menos de la mitad que el de la marca. No seré yo el que dé lecciones de mercado a nadie pero en mi humilde opinión, si los dueños de la marca de referencia hubiesen bajado los precios, se habrían hecho con todo el mercado y estoy seguro de que seguirían ganando mucho… aunque ya digo, que no se me ocurriría dar lecciones en eso. No obstante, lo que sí tengo claro es que no podemos soportar ese gasto, no podemos gastar varios cientos de miles de euros extras cada mes para que un paciente tenga una marca en lugar de otra, cuando se trata de medicamentos bioequivalentes, con los mismos efectos, ventajas e inconvenientes. 
Algunos hablarán de posibles errores en las dispensaciones, que lían al paciente, que favorece a las farmacias (lo cual no es cierto), que es mejor la marca que el genérico (recomiendo que visiten esta página y que no sean tan osados cuando dicen alegremente algunas barbaridades), pero lo cierto es que sería muy difícil explicar a un ciudadano al que han bajado el sueldo, que se ha quedado en paro, al que le suben la gasolina cada semana, que se ve apurado para llegar a fin de mes... que con el dinero público entre varios medicamentos iguales compramos el más caro.
Y para terminar un libro que me impresionó, se lee rápido, es tierno, entretenido y da una visión especial de situaciones difíciles. A algunos les recordará otro libro muy famoso del que han hecho película, pero a mí éste me gustó incluso más.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Todos ganan

Reconozco que me gusta escuchar a los políticos el día después de las elecciones, porque casi todos han ganado y siempre hay una excusa para justificar un resultado "no tan bueno" como el esperado... pero incluso entre los políticos se producen dimisiones. Ahora bien, lo que resulta siempre estupendo es ver los resultados del Estudio General de Medios, porque aquí sí que es verdad que todos (absolutamente todos) ganan; esta vez tenía curiosidad por ver qué pasaba con los deportes de la SER y la COPE tras el trasvase de gente de una emisora a otra, y como era de esperar ganaron tanto uno como otro. Me los imagino al rato de la publicación de los datos revisando números y pensando si dicen: "somos los que menos bajamos", "somos los más escuchados", "somos los que más subimos", "somos los que en esta franja han mejorado"... que tiene su mérito, porque si sólo lees lo que dice uno te quedas pensando que los demás están de pena.
Y los cuatro que leáis esto diréis: ¿pero este tío no debería escribir algo de farmacia?, y es muy cierto, pero es que cuando veía eso del EGM y pensaba en los resultados de unas elecciones y de otras y de otras... me venía a la cabeza alguna presentación de nuevos medicamentos, en los que todo está calculado y también se cocina la información: "el mío tiene menos dosificación", "el mío tiene menos efectos secundarios", "el mío es más coste-efectivo", "el mío tiene un comienzo de acción más rápido", "el mío está recomendado en la Guía de Osetia del Norte", "el mío lo recomiendan los de Osetia del Sur", etc. Y luego, cuando estoy por ahí fuera del trabajo y lo recuerdo, me da por pensar que lo que importa es cuál de ellos mejora más la salud del paciente y si son iguales cuál es más eficiente para el sistema... todo lo demás es cocinar datos, números, cuentas, indicadores secundarios y cualquier cosa que sirva para decir que "nosotros hemos ganado".
 Afortunadamente no siempre es así, pero pasa más veces de las que debiera.



Para terminar os recomendaría un libro, pero más que el libro recomiendo al autor, Christian Jacq, que escribe novelas sobre Egipto que hacen que te sumerjas en el mundo de los faraones. Éste fue el primero de un montón de libros que he leído de él.